Todo lo que necesitas saber para…. ¡decir adiós a las garrapatas y las malas pulgas!

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Con la llegada de la primavera, la subida de las temperaturas y lluvias abundantes, llegan las flores, las golondrinas, las camisetas manga corta… ¡y las pulgas y garrapatas!  

Los parásitos externos pueden causar desde simples molestias a problemas importantes de salud en tu perro o gato (¡y en la tuya!), por lo que será necesario que los sepamos identificar y los protejamos bien. En el presente post te contaremos todo lo que necesitas saber sobre los parásitos externos de tu perro. ¿Cuáles son los que deben preocuparte? ¿Cómo identificarlos? ¿Qué afectaciones les provocan? ¿Cómo podemos controlarlos? ¿Cómo prevenirlos? ¡Te lo explicamos!

¿Cuáles son los parásitos que deben preocuparnos? 

Pulgas: Son insectos pequeños saltadores que pueden alojarse en el pelo de tu perro, picarlo y chuparle la sangre. A simple vista los puedes encontrar como pequeños puntitos negros alojados cerca de la raíz del pelo de tu mascota. Son molestas, pueden ocasionar alergias (ver abajo) y también pueden picar a las personas; por ello es importante controlarlas.

Garrapatas: Se pegan a la piel de tu perro, son de color oscuro, no pueden volar y no son muy ágiles al desplazarse. Aunque cuando son pequeñas pueden pasar desapercibidas, a base de alimentarse de la sangre de tu perro, pueden llegar a crecer mucho ¡hasta alcanzar las dimensiones de tu uña!. Son peligrosas porque aparte de alimentarse de su sangre, la picadura de una garrapata puede causar, tanto en perros como en humanos, reacciones inflamatorias (enrojecimiento e irritación de la piel) así como enfermedades graves, tales como ehrlichiosis, borreliosis o babesiosis, entre otras.

¿Cómo identificar las garrapatas y las pulgas?

Tras ir de paseo por el pipican, parques o campo revisa muy bien a tu mascota para cerciorarte de que no ha cogido ningún parásito. En animales de pelo largo será importante que abras el pelo para poder observar su raíz.  Aunque suelen adherirse en cualquier parte del cuerpo de tu mascota, prefieren las zonas con poco pelo, como la cara, orejas, axilas, entre los dedos, las ingles y cerca del ano.

Tiene pulgas o garrapatas… ¿Cómo desparasitar a un perro? 

¡Mantén la calma! 

Mi perro tiene pulgas

Si ves sólo una pulga te recomendamos que le eches spray insecticida y la recojas con un pañuelo. 

Mi perro tiene garrapatas

En caso de que detectes una garrapata, es importante que no la arranques, ya que posiblemente la romperías dejando el aparato chupador en el interior de la piel, con un riesgo importante de que la herida se infecte. Nuestra recomendación es que le eches una buena dosis de spray insecticida para matarla, y que se desprenda ella sola. En caso de no disponer de tratamiento para las garrapatas, una alternativa puede ser aplicarle una capa de vaselina o aceite alrededor (sin miedo, porque la parte que muerde está adherida a tu mascota) y de esta manera se le taparán los poros por donde respira. Al no poder respirar la garrapata se despegará y es entonces cuando la puedes retirar con unas pinzas (¡hay pinzas especiales para retirar garrapatas!). Cuando la tengas fuera, no la tires al suelo ya que puede sobrevivir y volver a infectar (o ella o los huevos de su interior si se aplasta). Tírala a la basura o quémala para destruirla.

Si tu mascota sufre una infestación más severa, con la presencia de muchas pulgas o garrapatas, báñala con un champú antiparasitario. Por otro lado, será importante que retomes la prevención antiparasitaria cuanto antes para evitar que le vuelvan a atacar. 

¿Qué afectaciones de salud pueden provocar?

Pulgas

Desde el momento en que las pulgas atacan al animal, desencadenan un molesto picor que provoca que el perro o gato se rasque de manera compulsiva. Si tu mascota tiene muchas pulgas, al chuparle la sangre pueden causar anemia o transmitirle otras enfermedades. La afectación más habitual es que las pulgas provoquen con sus picaduras la conocida como Dermatitis Alérgica por Picadura de Pulga (DAPP), consistente en una reacción de hipersensibilidad (alergia) a los antígenos presentes en la saliva del parásito. Sus síntomas son costras y eritemas (inflamación superficial de la piel caracterizada por manchas rojas).

Garrapatas

A parte de los daños directos derivados de su picadura, en ocasiones a través de su saliva mientras se alimentan de la sangre de tu mascota pueden transmitir un gran número de patógenos y enfermedades. Estas son producidas por  bacterias o toxinas que provocan parálisis, alteraciones de la coagulación, deterioro del sistema inmunitario o pueden llegar a transmitir enfermedades infecciosas como la denominada ehrlichiosis canina, la de lyme o la babesiosis. Los síntomas que podríamos esperar en caso de una de estas afectaciones son sarpullidos, apatía, fiebre o anemia, entre otros. Cuidado que algunas enfermedades son zoonóticas, es decir, también pueden afectar a los humanos. 

Cómo prevenir las pulgas y las garrapatas

Hay dos estrategias de prevención sinérgicas que debes aplicar para controlar los parásitos en tu mascota. Los antiparasitarios (que comúnmente tenemos todos en la cabeza) y las rutinas de control (que muy a menudo la gente se descuida…¡y son eficaces sin costar dinero!). 

Antiparasitarios

Por suerte, hoy en día tenemos disponibles un gran número de medidas preventivas para el control de parásitos: champús, collares, pipetas, sprays, pastillas… tanto naturales como químicos. 

Te recomendamos que te dejes aconsejar por tu veterinario de confianza o en tiendas especializadas sobre qué te pueden funcionar mejor, ya que en razas determinadas algunos principios activos pueden ser tóxicos (como por ejemplo la ivermectina en los collies). Asimismo, será importante que te informes sobre el funcionamiento del antiparasitario concreto que utilizas, ya que diferentes marcas tienen diferentes requerimientos, y si no se cumplen pueden perder efectividad.

Rutinas de control

Te proponemos estrategias que no cuestan dinero y que reducirán la presencia de parásitos en el entorno de tu mascota (y tu entorno), con lo que facilitarán que la desparasitación externa dure más tiempo y evitarán que necesites tantos antiparasitarios. 

Explora y ten cuidado del pelo de tu mascota regularmente: Aprovecha el momento de cepillado para controlar que no tenga huevos de parásitos en la raíz del pelo, que no se le caiga el pelo en alguna región, etc. 

Estate atento a los indicios: Un indicio de la presencia de pulgas es cuando se rasca menudo. Si se da el caso, explora tu perro o gato sobre todo en lugares comunes como la base de la cola, bajo las orejas y en regiones con poco pelo.

Limpieza del entorno: coordina el momento de la aplicación del producto antiparasitario con una limpieza a fondo de los lugares frecuentados por tu mascota (lava o aspira cojines, sofá, coche, cama; corta el césped…). De esta manera eliminarás los posibles huevos que puedan haber quedado en el ambiente, que aprovecharán cuando la protección de nuestro animal disminuya un poco para volver a saltar sobre él.

Controla el paseo: Evita fuentes contagio como la basura o los pipicanes no controlados. Explóralo antes de entrar en casa para buscar posibles parásitos y aprovecha también para mirar que no tenga espigas clavadas en los pies, orejas…. (otra historia que trataremos en otro día ;))

Remate final: ¿Cuándo debemos protegerlos, en verano o todo el año? 

La presencia de parásitos externos es más frecuente en primavera y verano, porque es cuando hay la temperatura y condiciones atmosféricas óptimas en el exterior. Ahora bien, si tenemos una casa con calefacción, ¡en casa siempre es verano!. Es decir, los parásitos se podrán esconder y hacer su ciclo el interior de la casa. Por tanto, si tu perro vive dentro de casa contigo, es importante que estés alerta y lo protejas todo el año.

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